Salmo 68: La Marcha Triunfal de Dios y Su Protección para los Vulnerables

Salmo 68

El Salmo 68, atribuido a David, es un himno majestuoso que celebra la marcha triunfal de Dios como defensor de los desamparados y juez de las naciones. Este cántico conecta la liberación de Israel con la exaltación del poder divino sobre sus enemigos, pasando de la liberación de Egipto a la entronización de Dios en Jerusalén. El salmo anticipa un futuro en el que todas las naciones reconocerán la soberanía de Dios. Este estudio analiza cada versículo, situando el texto en su contexto histórico y explorando su relevancia para el presente.

Salmo 68 (Reina-Valera)

El Dios del Sinaí y del santuario.

Al músico principal. Salmo de David. Cántico.

  1. Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos,
    Y huyan de su presencia los que le aborrecen.
  2. Como es lanzado el humo, los lanzarás;
    Como se derrite la cera delante del fuego,
    Así perecerán los impíos delante de Dios.
  3. Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios,
    Y saltarán de alegría.
  4. Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre;
    Exaltad al que cabalga sobre los cielos.
    Jah es su nombre; alegraos delante de él.
  5. Padre de huérfanos y defensor de viudas
    Es Dios en su santa morada.
  6. Dios hace habitar en familia a los desamparados;
    Saca a los cautivos a prosperidad;
    Mas los rebeldes habitan en tierra seca.
  7. Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo,
    Cuando anduviste por el desierto, Selah
  8. La tierra tembló;
    También destilaron los cielos ante la presencia de Dios;
    Aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel.
  9. Abundante lluvia esparciste, oh Dios;
    A tu heredad exhausta tú la reanimaste.
  10. Los que son de tu grey han morado en ella;
    Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.
  11. El Señor daba palabra;
    Había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas.
  12. Huyeron, huyeron reyes de ejércitos,
    Y las que se quedaban en casa repartían los despojos.
  13. Bien que fuisteis echados entre los tiestos,
    Seréis como alas de paloma cubiertas de plata,
    Y sus plumas con amarillez de oro.
  14. Cuando esparció el Todopoderoso los reyes en ella,
    Fue como si hubiese nevado en el monte Salmón.
  15. Monte de Dios es el monte de Basán;
    Monte alto el de Basán.
  16. ¿Por qué observáis, oh montes altos,
    Al monte que deseó Dios para su morada?
    Ciertamente Jehová habitará en él para siempre.
  17. Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares;
    El Señor viene del Sinaí a su santuario.
  18. Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad,
    Tomaste dones para los hombres,
    Y también para los rebeldes, para que habite entre ellos Jah Dios.
  19. Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios
    El Dios de nuestra salvación. Selah
  20. Dios, nuestro Dios ha de salvarnos,
    Y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.
  21. Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos,
    La testa cabelluda del que camina en sus pecados.
  22. El Señor dijo: De Basán haré volver,
    Haré volver a mi pueblo de las profundidades del mar;
  23. Para que tu pie se enrojecerá de sangre de tus enemigos,
    Y de ella la lengua de tus perros.
  24. Vieron tus caminos, oh Dios;
    Los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario.
  25. Los cantores iban delante, los músicos detrás;
    En medio las doncellas con panderos.
  26. Bendecid a Dios en las congregaciones;
    Al Señor, vosotros de la estirpe de Israel.
  27. Allí estaba el joven Benjamín, señoreador de ellos,
    Los príncipes de Judá en su congregación,
    Los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí.
  28. Tu Dios ha ordenado tu fuerza;
    Confirma, oh Dios, lo que has hecho para nosotros.
  29. Por razón de tu templo en Jerusalén
    Los reyes te ofrecerán dones.
  30. Reprime la reunión de gentes armadas,
    La multitud de toros con los becerros de los pueblos,
    Hasta que todos se sometan con sus piezas de plata;
    Esparce a los pueblos que se complacen en la guerra.
  31. Vendrán príncipes de Egipto;
    Etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios.
  32. Reinos de la tierra, cantad a Dios,
    Cantad al Señor, Selah
  33. Al que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antigüedad;
    He aquí dará su voz, poderosa voz.
  34. Atribuid poder a Dios;
    Sobre Israel es su magnificencia,
    Y su poder está en los cielos.
  35. Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios;
    El Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo.
    Bendito sea Dios.

Significado del Salmo 68

El Salmo 68 es un canto de triunfo, exaltando la soberanía de Dios sobre sus enemigos y destacando su papel como protector de los oprimidos. Este salmo ofrece una visión del poder divino que no solo derrota a los enemigos de Israel, sino que también restaura y bendice a su pueblo. La centralidad de Dios como guerrero divino es evidente a lo largo del salmo, y su intervención en la historia de Israel se presenta como un recordatorio de su continuo cuidado y protección.

Antecedentes Históricos y Culturales

Este salmo es tradicionalmente atribuido a David, posiblemente compuesto para conmemorar el traslado del Arca de la Alianza a Jerusalén (2 Samuel 6). La marcha triunfal de Dios, representada a través del Arca, simboliza su presencia entre su pueblo, conduciendo a la victoria y estableciendo su reino en Sion. Este salmo también recuerda la protección de Dios durante el éxodo y la conquista de Canaán, reflejando la continua intervención divina en la historia de Israel. Es importante notar que la frase inicial «Levántese Dios» evoca las palabras de Moisés en Números 10:35, lo que refuerza la conexión entre el salmo y la tradición mosaica.


Análisis y Explicación del Salmo 68

El Salmo 68 se estructura en varias secciones que exaltan el poder de Dios, su intervención en la historia de Israel y su justicia como protector de los oprimidos. El salmo puede dividirse en segmentos que abarcan desde la invocación a Dios para que actúe contra sus enemigos, hasta la celebración de su victoria y la alabanza universal de su nombre. A continuación, se analizará el salmo versículo a versículo, desglosando su significado teológico, histórico y devocional.

Versículos 1-3: La Dispersión de los Enemigos y la Alegría de los Justos

68:1-3

«Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos,
Y huyan de su presencia los que le aborrecen.
Como es lanzado el humo, los lanzarás;
Como se derrite la cera delante del fuego,
Así perecerán los impíos delante de Dios.
Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios,
Y saltarán de alegría.»

Estos versículos introducen el salmo con una petición para que Dios se levante y disperse a sus enemigos, simbolizando la inevitable victoria divina sobre la maldad. En contraste, los justos se llenan de alegría en la presencia de Dios, celebrando su protección y justicia. Este tema de la victoria y protección divina también se resalta en el Salmo 18, donde se celebra la salvación de Dios frente a los enemigos.

Aplicación Devocional: Nos recuerda que, en momentos de adversidad, podemos confiar en la intervención de Dios para disipar cualquier oposición, y que nuestra respuesta debe ser de alegría y gratitud por su justicia.

Versículos 4-6: La Protección de Dios sobre los Vulnerables

68:4-6

«Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre;
Exaltad al que cabalga sobre los cielos.
Jah es su nombre; alegraos delante de él.
Padre de huérfanos y defensor de viudas
Es Dios en su santa morada.
Dios hace habitar en familia a los desamparados;
Saca a los cautivos a prosperidad;
Mas los rebeldes habitan en tierra seca.»

Dios es exaltado como protector de los huérfanos y defensor de las viudas, cuidando de los más vulnerables en la sociedad. Su justicia se manifiesta en la restauración de los desamparados y la retribución a los rebeldes. El Salmo 67 también resalta la bondad y la justicia de Dios, mostrando cómo su bendición y guía son fuentes de alegría y prosperidad para su pueblo.

Aplicación Contemporánea: Este pasaje nos anima a confiar en Dios como nuestro protector y a seguir su ejemplo al defender a los necesitados en nuestro entorno.

Versículos 7-10: La Manifestación y Provisión de Dios en el Desierto

68:7-10

«Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo,
Cuando anduviste por el desierto, Selah
La tierra tembló;
También destilaron los cielos ante la presencia de Dios;
Aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel.
Abundante lluvia esparciste, oh Dios;
A tu heredad exhausta tú la reanimaste.
Los que son de tu grey han morado en ella;
Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.»

Este grupo de versículos rememora la manifestación de Dios durante el éxodo, cuando su presencia poderosa sacudió la tierra y los cielos. Además, destaca cómo Dios reanimó y proveyó para su pueblo en tiempos de necesidad, asegurando su bienestar.

Aplicación Devocional: Nos invita a confiar en la fidelidad de Dios, sabiendo que Él sigue guiando y proveyendo para su pueblo en tiempos de incertidumbre.

Versículos 17-18: La Victoria y la Ascensión de Dios

68:17-18

«Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares;
El Señor viene del Sinaí a su santuario.
Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad,
Tomaste dones para los hombres,
Y también para los rebeldes, para que habite entre ellos Jah Dios.»

Dios es presentado como un guerrero poderoso, rodeado por un ejército celestial innumerable, que asciende victorioso después de someter a sus enemigos. Este pasaje es una referencia profética a la ascensión de Cristo, quien, después de su victoria sobre la muerte, distribuye dones espirituales a su iglesia.

Aplicación Espiritual: Nos recuerda que la victoria de Cristo nos ha otorgado libertad y dones espirituales para edificar su iglesia.

Versículos 19-23: Bendiciones Diarias y Victoria sobre los Enemigos

68:19-23

«Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios
El Dios de nuestra salvación. Selah
Dios, nuestro Dios ha de salvarnos,
Y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.
Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos,
La testa cabelluda del que camina en sus pecados.
El Señor dijo: De Basán haré volver,
Haré volver a mi pueblo de las profundidades del mar;
Para que tu pie se enrojecerá de sangre de tus enemigos,
Y de ella la lengua de tus perros.»

Este pasaje mezcla la gratitud por las bendiciones diarias de Dios con la certeza de su victoria sobre los enemigos. Dios es tanto el que salva como el que libra de la muerte, asegurando el triunfo final sobre aquellos que se oponen a su voluntad.

Aplicación Devocional: Nos alienta a vivir cada día con gratitud por las bendiciones que recibimos y con confianza en la justicia de Dios, que prevalecerá sobre toda oposición.

Versículos 24-27: La Procesión Triunfal

68:24-27

«Vieron tus caminos, oh Dios;
Los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario.
Los cantores iban delante, los músicos detrás;
En medio las doncellas con panderos.
Bendecid a Dios en las congregaciones;
Al Señor, vosotros de la estirpe de Israel.
Allí estaba el joven Benjamín, señoreador de ellos,
Los príncipes de Judá en su congregación,
Los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí.»

Este grupo de versículos describe la procesión triunfal en la que el pueblo de Israel celebra la presencia y el poder de Dios en su santuario. La participación de diferentes tribus subraya la unidad del pueblo de Dios en la adoración.

Aplicación Espiritual: Nos recuerda la importancia de la adoración comunitaria y la necesidad de unirnos como pueblo de Dios para alabar su nombre.

Versículos 28-31: Soberanía y Poder de Dios sobre las Naciones

68:28-31

«Tu Dios ha ordenado tu fuerza;
Confirma, oh Dios, lo que has hecho para nosotros.
Por razón de tu templo en Jerusalén
Los reyes te ofrecerán dones.
Reprime la reunión de gentes armadas,
La multitud de toros con los becerros de los pueblos,
Hasta que todos se sometan con sus piezas de plata;
Esparce a los pueblos que se complacen en la guerra.
Vendrán príncipes de Egipto;
Etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios.»

El salmista anticipa el reconocimiento de la soberanía de Dios por parte de las naciones, que traerán tributos y se someterán a su autoridad. Dios es visto como el que reprime la violencia y trae paz entre las naciones.

Aplicación Contemporánea: Este pasaje nos inspira a orar por la paz mundial y a confiar en que, al final, todas las naciones reconocerán la autoridad de Dios.


Reflexión y Aplicación Devocional del Salmo 68

El Salmo 68 es un recordatorio profundo de la majestad de Dios, quien no solo se presenta como un guerrero invencible, sino también como un protector tierno y compasivo de los más vulnerables. A lo largo de la historia de Israel, vemos cómo Dios interviene con poder y misericordia, guiando y protegiendo a su pueblo en medio de las adversidades. Aunque este salmo se sitúa en un contexto histórico específico, sus enseñanzas y aplicaciones tienen un eco atemporal que resuena en nuestra vida diaria.

Dependencia en Dios en Tiempos de Adversidad

En momentos de dificultad, el Salmo 68 nos invita a encontrar refugio en la presencia de Dios, confiando plenamente en que Él se levantará en nuestra defensa. Así como los israelitas clamaban a Dios para que dispersara a sus enemigos, nosotros también podemos acercarnos a Él con la certeza de que está dispuesto a intervenir en nuestras batallas diarias, ya sea en el ámbito laboral, familiar o personal.

En lugar de enfrentar las pruebas en solitario, este salmo nos alienta a descansar en la fuerza de Dios, reconociendo que nuestra victoria depende de su intervención divina.

Confianza en la Protección Divina

Dios, quien se revela como el padre de los huérfanos y el defensor de las viudas, nos muestra que su poder no es distante, sino cercano y personal. Este salmo nos enseña que podemos confiar en Él para protegernos y proveer lo que necesitamos, especialmente cuando nos sentimos más vulnerables.

Ejemplo de la Vida Cotidiana: En un mundo lleno de incertidumbres económicas y desafíos personales, este salmo nos recuerda que Dios está al tanto de nuestras necesidades. Ya sea que estemos buscando empleo, luchando por mantener una familia, o enfrentando dificultades financieras, podemos confiar en que Dios no solo suplirá nuestras necesidades materiales, sino que también nos ofrecerá paz y esperanza en medio de la incertidumbre.

Celebración de la Victoria y la Fidelidad de Dios

El Salmo 68 no se limita a las luchas y adversidades; también celebra las victorias que Dios otorga a su pueblo. Nos invita a reconocer y celebrar las pequeñas y grandes victorias de nuestra vida diaria, recordándonos que cada triunfo es una prueba de la fidelidad constante de Dios.

Este salmo nos anima a vivir con un corazón agradecido, reconociendo que cada éxito, por pequeño que sea, es una manifestación del amor y la fidelidad de Dios hacia nosotros.

Justicia y Compasión en Acción

Dios se revela en este salmo como un juez justo que defiende a los oprimidos y restaura a los desamparados. Como sus seguidores, estamos llamados a reflejar su carácter en nuestras vidas diarias, defendiendo la justicia y mostrando compasión hacia aquellos que más lo necesitan.

Vivir conforme al carácter de Dios significa ser defensores de la justicia y la compasión, actuando con integridad y empatía en todas nuestras interacciones.

La Soberanía de Dios y Su Llamado a la Alabanza

El llamado a todas las naciones para que alaben a Dios, presente en este salmo, es un recordatorio poderoso de que Dios es soberano sobre toda la creación. Este llamado nos desafía a reconocer su autoridad en cada aspecto de nuestras vidas y a responder con una alabanza que brote de un corazón sincero y agradecido.

Ejemplo de la Vida Cotidiana: En medio de la rutina diaria, es fácil perder de vista la grandeza de Dios y su soberanía en nuestras vidas. Este salmo nos invita a hacer una pausa, reflexionar sobre su grandeza y expresar nuestra adoración, ya sea a través de la oración, el canto, o simplemente en la manera en que vivimos día a día, reconociendo su presencia en todo lo que hacemos.

Conclusión y Reflexión Final

El Salmo 68 nos ofrece una visión poderosa de Dios como un guerrero victorioso y un protector compasivo. A través de su intervención en la historia de Israel, se nos recuerda su continua presencia y soberanía en nuestras vidas. Este salmo nos invita a depender de Dios en tiempos de adversidad, a confiar en su protección, a celebrar sus victorias, y a reflejar su justicia y compasión en nuestras acciones diarias. Al final, somos llamados a reconocer su autoridad en todo y a responder con alabanza sincera, sabiendo que Él es nuestro refugio y nuestra fuerza.


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